Isabel Pichardo

Municipio: Metlatónoc 
 

La misión de Amextra es trabajar hacia la transformación de la realidad de las comunidades, desde una perspectiva integral, partiendo de una visión espiritual, con base en principios teológicos y cristianos. En Guerrero abordamos la seguridad y la soberanía alimentaria desde cuatro ejes. El primer eje es la generación de ingresos a través de la capacitación en la elaboración de artesanías como carteras que pueden tener un mercado más amplio en comparación con un huipil, que llega a ser más complicado de comercializar por los costos altos y la dificultad de venderlos a precios justos; la finalidad es generar ingresos desde la perspectiva económica que les permita comprar alimentos a su familia que son difíciles de producir. 


En el segundo eje hacemos un monitoreo antropométrico incluyendo la toma del peso y la talla, con el objetivo de identificar a los niños menores de 6 años que tengan desnutrición. Una vez identificada a esta población, el eje de medio ambiente y nutrición (el tercer eje) se encarga de proveer proyectos de traspatios a las familias para que puedan producir sus propios alimentos y tener una alimentación más saludable y orgánica; desde esta área se identifican necesidades como huertos o  captación del agua de lluvias, sistemas MIAF, lombrices para nutrir la tierra, y todo con lo que tiene que ver con la producción orgánica. 


El último eje es el de educación, ahí lo que se hace es ayudar a la alfabetización y la regularización de los niños y adolescentes. 


Lo que me motivó a trabajar en AMEXTRA y trabajar con las comunidades en las zonas más difíciles es el hecho de que, las comunidades tienen un paternalismo muy marcado, particularmente en el municipio de Malinaltepec, Guerrero, que ha sido afectado por desastres naturales por su ubicación (en la alta montaña), y por el actuar de los gobiernos, a partir de un derrumbe se les reubicó y se les dio casas, la gente está acostumbrada a recibir y no a organizarse y algo que me motivó es la ausencia de organizaciones en esa zona. 


Además de mi contexto, yo también crecí en una comunidad, desde muy chiquita mi abuelo me decía -estudia y échale ganas porque a nosotros que somos pobres las personas que estudian nos quitan hasta lo que no tenemos. ¡Tu estudia para que apoyes a los pobres, no les quites, ayúdales!-, eso me motivaba a trabajar en comunidad y Amextra me dio esa oportunidad. 


Algo que yo visualizo o me gustaría, bueno antes, se que no vamos a cambiar los usos y costumbres en los 5 años que llevo trabajando ahí. En el área de artesanías al trabajar con mujeres vemos cómo muchas de las mujeres fueron vendidas y nos cuentan sus historias bien desgarradoras, nos cuentan cómo sufrieron y fueron maltratadas por sus suegros y sus maridos al ser compradas y al ser tratadas como objetos. Lo que me motiva mucho es que esas mujeres que fueron compradas, su realidad es muy difícil, mi sueño es que no lo repliquen con sus hijas y afortunadamente ya hay niñas de 19 años que hasta ahorita no son vendidas y siguen con la intención de estudiar. Luego el hecho de ser un equipo básicamente de puras mujeres y solo tenemos un hombre en el equipo, y pues las niñas de las comunidades nos ven a nosotras trabajando, manejando, enseñándoles y es mostrarles otra realidad que sí podemos, que no necesitamos de un hombre para lograr, y algo que me gustaría mostrar y servir como ejemplo es que sí la cosa está difícil pero no imposible. 


La invitación que tuve a las actividades de Telar vino de Quimi de la organización Enlace, me comentó que era una red de apoyo para acércanos a la agroecología y estar en contacto con organizaciones con actividades similares a las de Amextra. Además, cuando esto sucede me habían asignado la coordinación del área y me preocupaba no tener conocimiento de estos temas, sí de nutrición porque de esa área es mi formación, pero no de artesanías y de agroecología, me daba el temor de cómo apoyar a las familias y eso me motivó mucho. De ahí mi interés por estar en contacto con telar y a mi me funcionó un montón porque quizá tenía alguna idea de algo, pero nunca las había experimentado, nunca las había realizado cómo medir los nutrientes de suelo, en su momento no lo veía relevante, fue para aclarar dudas y también fue para aprender y aportar un poco cuando se puede. 


Recuerdo las capacitaciones en Huamuxtitlán, eso me dejo la idea de que no necesitamos materiales de otros lugares, sino que con los materiales cercanos se podían resolver. Algo que en conjunto fue la instalación de nuestros sistemas de captación de agua de lluvias porque es un tema que estábamos trabajando con nuestras comunidades. Además, que a partir de las articulaciones ver a la Ugro ya como egresada y como una aliada por la organización. Ya, por último, al estar en el "whats" de Telar nos enteramos de la capacitación sobre el sistema de captación de agua de lluvias, asistió Ángel al ser encargado del área de ecotecnias, ahora tenemos 3 familiares y otro de modo automático, en ese sentido fue útil porque necesitábamos que se capacitará para dar mantenimiento a los sistemas que ya se tienen e implementar otros, no con la perspectiva de compra de insumos sino a partir de la propuesta de hacerlo con botellas pet y que puede ser una alternativa para la comunidades. 

Aliados: 
Arquimides Enlace
Telar
UAGro unidad Huamuxtitlán 

Actividades en conjunto: 
Talleres de nutrición de suelos y elaboración de bioinsumos en Huamuxtitlán 
Taller de sistema de Captación de agua en Metlatónoc 
Saberes: 
Nutrición, monitoreos antropométricos 
Huertos familiares