Los esfuerzos de instituciones públicas y privadas para “llevar el desarrollo” a distintas regiones del mundo, no han sido motivados por causas altruistas. A lo largo de la historia, el “progreso” ha enmascarado el abuso de los recursos, tanto humanos como naturales. Dichas ideas de desarrollo y progreso solo han dado continuidad a la injusticia y desigualdad, forzando mano de obra barata y materia prima para la industria (Souza, 2004).
Asimismo, la vulneración de los derechos de la población ha sido el resultado de un proceso histórico que comenzó con la llegada de los europeos al continente americano, quienes despojaron a las poblaciones de su territorio, de su cultura y de sus cosmovisiones (CEPAL, 2014, mencionado en Acosta y Ribotta, 2022). Tal como lo dice Eduard Goldsmith, “Existe una continuidad impresionante entre la era colonial y la era del desarrollo, tanto en los métodos usados para lograr sus objetivos como en las consecuencias ecológicas y sociales de aplicarlos” (Goldsmith, 1996:253, mencionado en Souza 2004).
La Región Pacífico Sur no ha sido la excepción, pues vive muchas injusticias, desigualdades y vulneración de derechos. A pesar de tener gran potencial por los recursos humanos y naturales, los patrones históricos de esta región han estado asociados a un rezago en términos de productividad, competitividad, pobreza y afectación al capital natural (ADESUR, 2020). Las políticas públicas en torno al desarrollo no han tenido una visión estratégica para que éste sea sostenido y sustentable.
Esta región comprende los Estados de Guerrero Oaxaca y Chiapas. Juntos, los tres estados tienen una extensión de 233,369 km2. Estas tres entidades tienen varias cosas en común, por ejemplo, son tres de los cuatro estados con mayor diversidad en los sistemas ecológicos (Good Eshelmann, s.f.). Disponen de agua: Chiapas es la entidad del país con mayor disponibilidad de agua renovable per cápita: 15,723 m3 por habitante anualmente; Oaxaca en segundo lugar, con 13,798 m3, y Guerrero, en sexto lugar con 5,913 m3.
Oaxaca y Chiapas son parte de la Región del Istmo de Tehuantepec y con ello parte de una de las vías más importantes del mundo. También son tres de los estados con mayor porcentaje de población indígena, preservando usos y costumbres (CIAD, 2020).
Lamentablemente, también tienen en común ser los estados con más pobreza del país. Tienen el mayor nivel de marginación, son los menos competitivos y, en términos del producto interno bruto per cápita, los tres estados son los más rezagados entre las 32 entidades federativas de México. También son los estados con mayor porcentaje de población analfabeta.